El pasado lunes 20 de noviembre se suspendieron las actividades de la planta potabilizadora de San Rafael de Ures, derivado del incumplimiento de acuerdos por parte de las autoridades.
Es sumamente grave que continúe sin garantizarse el funcionamiento de la única planta potabilizadora (de las 36 que fueron prometidas tras el derrame tóxico ocasionado por Grupo México) que provee de agua libre de metales pesados.
Nos solidarizamos con el Comité de la Planta Potabilizadora de San Rafael, y nos unimos a las urgentes exigencias dirigidas a las autoridades correspondientes.